Trabajar en función pública es un concepto muy amplio que está relacionado con múltiples profesiones y sectores. Cuando pensamos en funcionarios, tendemos a pensar en trabajos de oficina. Sin embargo, ser funcionario es mucho más que eso. En este programa de Empleo Público, Eva Ávila, Profesora de Educación Secundaria, explica por qué preparar oposiciones en el ámbito de la Educación es una buena alternativa para quienes tienen vocación de enseñanza. En esta entrevista con José Joaquín Flechoso, Eva narra su propia experiencia y anima a otros opositores a seguir sus pasos.

La vocación de Eva por la Educación comenzó gracias a una profesora de la etapa de Primaria, concretamente, una profesora de inglés. «Me transmitió su pasión por ese idioma, y eso me hizo darme cuenta de la importancia de saber idiomas. Por eso hice filología anglogermánica y cursé para aprender más idiomas posteriormente», explica. Asimismo, Eva cuenta que ella prefería jugar a ser profesora. «Las profesoras que tenía eran para mí un referente», comenta la invitada.

Gracias a una beca, Eva estuvo residiendo en Kent durante un tiempo. «Allí me ofrecieron trabajar en un colegio privado, colegios específicos para hijos de diplomáticos en los que había clases privadas. Eso fue una gran experiencia que no olvidaré», afirma Eva. «Terminando la carrera, me ofrecieron quedarme haciendo una tesis en la universidad, pero yo quería experimentar y ver mundo. Me fui a buscar experiencia y decidí cambiar de aires», explica.

En ese momento, comenzó a trabajar en el departamento de gestión y relaciones públicas en el circuito de Jerez. » Yo tenía claro que quería ser docente, pero en en ese momento no había oposiciones. Entré en el circuito de Jerez y resultó ser un lugar que me acogió, donde me ofrecieron un contrato indefinido», admite.

En 2003, salió una vacante en Marchena, y volvió a aflorar la vocación opositora de Eva. «Salió una vacante de curso completo, y pedí a mi jefe una excedencia para probar. Solicité la compatibilidad, y pude trabajar en ambos sitios hasta que encontrasen a alguien que me sustituyese», explica Eva.

La vocación por la Educación, clave en la decisión de futuro

En un momento, Eva se vio en la tesitura de decidir entre su puesto en la empresa privada o decantarse por la Educación. «Me concedieron la excedencia completa y vi que era el momento de presentarme a oposiciones e intentarlo», comenta Eva. Aprobó a la primera y consiguió una plaza en Jerez de la Frontera. «Empecé a trabajar en un colegio en el que había alumnos con una situación social y familiar más compleja, y se despertó mi parte de contribución social», admite la invitada.

Posteriormente, consiguió una plaza en un centro de Sevilla. «Estuve como coordinadora de Espacios de Paz, y empecé a trabajar la convivencia en el centro en el que estaba», recalca. En 2018, volvió a Jerez, con más experiencia en el ámbito de la Educación. «Tuve la oportunidad de trabajar para la ponencia de inglés como representante provincial de enseñanzas medias. También colaboré en la elaboración del decreto de Bachillerato en la especialidad de inglés, y fue una experiencia fantástica», añade Eva.

Como consejo a quienes se están planteando preparar esta oposición de Educación, Eva comenta que «estamos en una buena oportunidad para opositar en los próximos años. Mi consejo es que tomen conciencia de que es un proceso difícil, pero no es imposible. Una vez tomada la decisión de opositar, es fundamental contar con un buen preparador, y cuidarse física y mentalmente. Por último, hay que tener una visión a medio y largo plazo para seguir adelante si no se saca a la primera».

Trabajar en la Administración Pública no tiene nada que ver con el prejuicio habitual que tienen muchas personas sobre que los funcionarios están en el mismo puesto toda su vida. De hecho, Ernesto Castellano es un gran ejemplo de cómo en la Administración es posible crecer y desarrollarse profesionalmente sin límite. Así lo cuenta en Empleo Público, el programa de Capital Radio, donde explica su propio caso y narra por qué decidió optar por la promoción interna.

Ernesto pertenece al Cuerpo de Gestión al Cuerpo de Administradores Civiles del Estado, aunque su trayectoria no siempre fue esa. Estudió Ciencias Físicas en la Universidad Complutense de Madrid, motivado por su tío. Posteriormente, empezó a trabajar como profesor asistente en la Universidad de Groningen en Holanda. Fue en 2016 cuando tomó contacto con el sector público a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «Como estaba relacionado con la ciencia, decidí ir al CSIC», explica.

«No tenía muchos conocimientos de las cosas que hace la Administración y de cómo entrar, y el CSIC me hizo darme cuenta de que había una carrera profesional interesante en el ámbito público», comenta Ernesto. Tres años más tarde empezó a preparar las oposiciones al Cuerpo de Gestión de la Administración del Estado (A2), y aprobó en 2021, en plena pandemia. «Me di cuenta de que aunque la ciencia me gusta, la gestión también me gustaba, y me decidí por esas oposiciones», comenta. «El cuerpo de Gestión tiene muchas opciones para trabajar en distintos puestos».

Cómo empezar a crecer a través de la promoción interna

El transcurso de la oposición supuso para Ernesto un gran aprendizaje. Una vez aprobadas las oposiciones, tuvo que dejar el CSIC para pasar al Gabinete Técnico de la Subsecretaría. Sin embargo, Castellano no se quedó ahí, y empezó a pensar en la promoción interna. «Al principio no quería opositar más, pero pasado un tiempo, me di cuenta de que quería hacer más cosas y tener más responsabilidades, además de aprender», explica el invitado.

Así fue como Ernesto decidió preparar unas oposiciones de promoción interna para pasar del nivel A2 al A1. En estas oposiciones, para las que Ernesto necesitó preparadores. «En mi caso, que iba por promoción interna, iba por la especialidad de técnicas, y no hay muchos preparadores en esa especialidad. Eso es fundamental en una maratón como es la promoción interna a un nivel A1», asegura.

«Aprender a gestionar el estrés y la presión después de aprobar la oposición es clave», recuerda Castellano. Asimismo, el invitado habla sobre el sentimiento de vocación pública que ha ido creciendo a medida que iba superando oposiciones. «A lo largo de mi carrera en la Administración he conocido a mucha gente que son profesionales que se preocupan por que las cosas salgan bien, y ves que su trabajo tiene un gran impacto. Yo quiero ser como ellos», comenta.

Por último, Ernesto Castellano da un consejo para quien se plantea una oposición. «Es un reto personal que da mucho aprendizaje, independientemente de cómo salga. Y, si sale bien, ser servidor público, y es bastante satisfactorio», finaliza el invitado.

En este programa de Empleo Público, que se emite en Capital Radio, José Joaquín Flechoso entrevista a Ana Coloma. Ana acaba de aprobar las oposiciones al Cuerpo de Gestión de la Administración de la Seguridad Social. Durante el programa, relata qué le llevó a tomar la decisión de preparar estas oposiciones, cómo ha sido el proceso y qué expectativas tiene ahora. Además, dará unos valiosos consejos para animar a otros opositores y opositoras que, como ella hasta hace poco, están en ese momento intenso.

Ana se planteó estudiar un bachillerato científico, pero se dio cuenta de que lo que realmente le gustaba era la Economía. Además, ella misma cuenta que no tenía una vocación clara, y terminó optando por esa rama, que era la que más le convencía. Su etapa universitaria coincidió con la pandemia, y, al final de la misma, decidió ir de Erasmus a una ciudad italiana. Esa experiencia fue el primer contacto que tuvo con su propia independencia.

Después de graduarse, se planteó hacia dónde orientar su trayectoria profesional. «Al principio, me agobié porque no sabía qué hacer. Pensé en hacer un máster, pero no tenía claro de qué. Hice un máster de Educación con la idea de ser profesora de instituto», explica Ana. Un día, gracias a una conversación con unos amigos, surgió la posibilidad de opositar. «Un conocido que era funcionario me comentó que era la mejor opción, y que yo tenía las características para ello», comenta Ana.

Coloma tomó la decisión de opositar en el último momento, justo cuando se terminaba el plazo para inscribirse en la academia. Sin embargo, tras reflexionarlo, llegó a la conclusión de que merecía la pena el sacrificio. «Si te organizas bien, hay tiempo para todo. No me obsesioné con la oposición, y creo que eso, a la larga, me ayudó más», reflexiona la invitada.

Así es el proceso de opositar al cuerpo de Gestión de la Seguridad Social

En un principio, Ana se planteó opositar a Técnico de Hacienda, aunque finalmente se decantó por Seguridad Social. «Tenía claro que quería estudiar algo relacionado con la rama económico financiera. Llegué a la academia y vi que hay muchas oposiciones que no conocía, y decidí escoger la especialidad en Auditoría y Contabilidad de Gestión de la Seguridad Social, porque había más posibilidades de aprobarla», explica.

La oposición que decidió estudiar Ana consta de 3 ejercicios, que combinan la aplicación de conocimientos teóricos con la práctica. Asimismo, explica que, del primer examen al último, pasaron 6 meses. «El primer examen lo hice en junio, el segundo en septiembre y el tercero en diciembre», comenta.

Así es como Ana aprobó las oposiciones en diciembre y llegó a Madrid para hacer el curso selectivo. «Después de aprobar, pasan unos meses hasta que comenzó el curso. El curso está muy bien, hay mucha gente con ganas de aprender, y hay gente de todas las edades», comenta. Ahora mismo, está esperando a saber cuál es el destino que le toca.

Finalmente, da un consejo para todas las personas que están preparando una oposición. «Mi consejo es que no se rindan, que sigan para adelante, es una carrera de fondo. La clave está en centrarse en los objetivos cercanos, y en apoyarse en la academia«, culmina Ana.

La Administración Pública tiene un gran objetivo en lo que respecta a la inclusión social y la diversidad en el empleo público. De hecho, cada vez hay más personas con discapacidad que se incorporan a trabajar en administraciones de todo tipo, gracias a los distintos proyectos que se llevan a cabo. José Joaquín Flechoso habla sobre ello en el programa de Empleo Público que se emite en Capital Radio. Y, para ello, cuenta con Jesús Celada, perteneciente al Cuerpo Superior de Ingenieros Geógrafos del Estado y portavoz adjunto del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid.

Celada ha estado muy involucrado en el desarrollo de programas que promueven la integración de personas con discapacidad y en la gestión de políticas de discapacidad para facilitarlo. Centrándose más en su trayectoria personal y profesional, Celada explica que no viene de familia de funcionarios, pese a que ha terminado en la función pública. «Tenía muy claro que quería hacer una ingeniería técnica, y Topografía era la que se combinaba más con la naturaleza», explica el invitado.

Años después, amplió su formación hacia el ámbito de las telecomunicaciones. «Fue un complemento a mi formación fundamental. Estaba especializado en la parte de sistemas, y estaba muy vinculado a la información geoespacial», comenta. En un momento dado, le plantearon la opción de opositar. Celada admite que «nunca me había planteado opositar, hasta que me enteré de que había unas becas en el Instituto Geográfico Nacional con un perfil que se ajustaba mucho al mío. Además, para un ingeniero, en esos años, el empleo público era algo residual».

«La etapa que pasé en el sector privado me sirvió mucho para trabajar luego en la Administración. Empecé preparando un A2, suspendí, y al año siguiente preparé A2 y A1 a la vez. Me centré solo en estudiar», explica Celada. Asimismo, comenta que la fuerza mental que tenía Jesús Celada a la hora de practicar deporte lo trasladó a la oposición, algo que le ayudó mucho.

Cómo empieza a trabajar para integrar a personas con discapacidad en la Administración

El invitado reconoce que descubrir el valor del servicio público fue una de las cosas que más le impulsó a opositar. «Descubrí lo bonito que es trabajar para la ciudadanía», especifica Celada. «Además, descubrí que la administración es muy versátil, y eso me atrajo mucho», añade. No obstante, en 2011, el invitado atravesó una crisis existencial y tuvo la necesidad de buscar algo más a nivel social.

«Di el salto a lo social por la riqueza que tiene la Administración para moverte. No me veía toda la vida en el mismo puesto, y decidí moverme al ámbito de la discapacidad», relata. Dentro de este ámbito, Jesús Celada comenta que «en discapacidad encontré eso que me faltaba. Me sorprendió mucho ver cómo un ingeniero tenía cabida en el desarrollo de políticas que favorecen la vida de personas con discapacidad».

A raíz de ahí, desempeñó su trabajo en varios puestos relacionados con la gestión de políticas para personas con discapacidad. «La discapacidad es un sector muy bien organizado en España, y todo lo que vino fue un reto. Asimismo, he de reconocer que he trabajado en la administración con tres colores políticos distintos. Es decir, la discapacidad es algo transversal que se mantiene independientemente de eso», revela.

Un ejemplo perfecto de la necesidad de implementar estas políticas fue la pandemia, donde hubo muchas personas con discapacidad que necesitaron más implicación de la administración. Finalmente, Jesús Celada da un consejo para las personas que van a opositar. «Antes de formarse hay que informarse, que investiguen qué quieren prepararse porque la Administración es muy amplia y versátil«, anima.

El programa Empleo Público que se emite en Capital Radio tiene como objetivo dar visibilidad a todas las opciones de empleo público que hay en las distintas administraciones españolas. Una de estas alternativas menos conocidas es el trabajo en instituciones penitenciarias, protagonista del último programa. En él, José Joaquín Flechoso entrevista a Cecilia Pollos, Consejera Técnica en Secretaría de Estado de Igualdad y Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias. Cecilia relata qué le llevó a opositar a este puesto y narra su experiencia.

Cecilia es salmantina y siempre ha sido buena estudiante. Destaca, además, que siempre tuvo vocación de escritora. Y, como curiosidad, Cecilia es Cinturón Negro de taekwondo. «Mis padres me apuntaron a taekwondo para canalizar toda la energía que tenía, y me encantó. Estuve 13 años, hasta que llegué a la universidad, donde no lo pude compatibilizar», explica. Cecilia es Licenciada en Derecho y Diplomada en Criminología. Además, cuenta con certificaciones relacionadas con la igualdad y la protección de las mujeres. Todas ellas, disciplinas próximas a la vocación de servicio público.

El plantemiento de opositar al cuerpo Técnico de Instituciones Penitenciarias llegó porque, según comenta Cecilia, «quería opositar a un A1 para amortizar la carrera universitaria. Las asignaturas que más me gustaban eran Derecho Penitenciario, Penal y Criminología. No me pude presentar a la Policía Nacional por no llegar a la altura mínima, así que decidí opositar a la especialidad jurídica del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias».

«Siempre he querido realizar funciones que me reportaran no solo beneficios propios, sino hacer cosas por la sociedad y ayudar. En este caso, siempre me había interesado mucho estudiar la mente criminal y contribuir a que la sociedad sea mejor y se reduzca la delincuencia», comenta Cecilia. Sin embargo, la primera vez que opositó, suspendió. Volvió a presentarse con más fuerza, y, a la segunda, aprobó. «Tenía muy claro que no quería tirar la toalla. Me cogí unos tres meses de descanso, y decidí mudarme definitivamente a Madrid. En ese segundo año me centré específicamente en la oposición, y aprobé», explica.

Así es trabajar en las instituciones penitenciarias

Sobre el desempeño profesional en los centros penitenciarios, Cecilia explica que una de las sorpresas más gratas que se llevó fue descubrir la psicología. Esto le ha llevado a escribir varios libros en los que habla sobre mujeres en la administración penitenciaria, juristas en este cuerpo, y cuestiones más psicológicas.

«Cada centro penitenciario es un mundo, aunque están todos bajo la misma normativa», explica la invitada. Algo sobre lo que también habla Cecilia es la relación que se desarrolla tanto con los compañeros como con los reclusos. «Lo que más destaco es que se trabaja en equipo. Además, es importante destacar que, en el ámbito penitenciario, hay varios cuerpos de funcionarios«, detalla Cecilia.

Actualmente, Cecilia trabaja en la Secretaría de Estado de Igualdad, donde ella se identifica igual que en el cuerpo de Juristas del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias.

Finalmente, la invitada dedica unas palabras a quienes están pensando en preparar una oposición a este organismo. «Cuando preparas la oposición, debes prepararte para presentarte bajo cualquier circunstancia. Y, cuando eres funcionario, tienes que tener claro que vas a dedicarte al servicio público», afirma la invitada. Como último consejo, Cecilia anima a los opositores: «Que se visualicen como si hubiesen conseguido lo que desean, y que crean en ellos mismos».

En este nuevo programa de Opostal, José Joaquín Flechoso entrevista a Begoña Molina, funcionaria del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Con ella habla sobre la decisión de opositar tras haber cursado un año de Erasmus fuera de España. Entre otras cuestiones, Begoña explicará qué le llevó a tomar esta decisión, cómo le ha servido ese año en el extranjero para plantear su futuro profesional y cómo eso influyó en su trayectoria.

La invitada empieza hablando de sus orígenes malagueños, y asegura que siempre ha sido buena estudiante. Además, el deporte ha sido siempre otra de sus grandes pasiones, y practica baloncesto, tenis y pádel. Volviendo a su ámbito educativo, empezó haciendo Bachillerato tecnológico porque sentía que tenía más facilidades para las ciencias. Posteriormente, estudió un doble grado bilingüe de Economía y ADE (Administración y Dirección de Empresas).

Recordando el perfil de sus compañeros, Begoña admite que «la mayoría de gente venía del mundo de las matemáticas sociales, donde sí había Economía». Durante esta transición desde el aspecto más científico al económico, la invitada comenta que «al descartar matemática, pensé que lo más cercano era la economía. Además, era un tema de actualidad, y me parecía interesante aprender de algo con tanta utilidad diaria». Por ello, amplió su formación especializada en economía y microeconomía.

Después, llegó el momento de hacer el Erasmus a Groningen. «Gente cercana a mí me recomendó mucho hacer el Erasmus en esta ciudad», explica Begoña. Allí realizó un máster universitario especializado en neuroeconomía en la Universidad de Ámsterdam, al tiempo que comenzó a trabajar. «Elegí Países Bajos porque, durante el Erasmus, me gustó mucho la universidad, y vi que la de Ámsterdam era especialmente reconocida en Economía», relata. Mientras estudiaba, Begoña trabajó primero de camarera y, después, en una tienda como dependienta. «El máster lo hice por ampliar mis conocimientos, no tenía un objetivo concreto para hacerlo», expresa la invitada.

Del Erasmus a la oposición

Begoña terminó el máster con una calificación de cum laude, y esto fue clave para que le contratasen en la universidad. «Las condiciones eran muy buenas y el trabajo era muy flexible», reconoce la invitada. En ese momento, una amiga de su familia le habló sobre la posibilidad de opositar. «Esta persona me habló de las oposiciones al Cuerpo de Economistas del Estado y de las del Banco de España», comenta.

«Yo tenía una idea de las oposiciones que no era real del todo. Pensaba en un funcionario y pensaba en una persona que trabajaba en lo mismo toda la vida, lo asociaba con algo aburrido. Cuando empecé a ver el temario y llamé a varias personas que habían aprobado la oposición, me lo empecé a plantear. Además, empecé a descartar ofertas del sector privado», explica Begoña.

Otro de los aspectos que más llamó la atención a Begoña fue la red de comercio en el exterior, tal y como ella misma relata. «El cuerpo da mucha flexibilidad tanto si te quieres quedar en España como si quieres irte a cualquier país unos años», expresa. Por otro lado, la invitada comparte su reflexión sobre que, desde la administración, es más factible contribuir a las decisiones que se toman en España a nivel económico y social.

Tras suspender dos veces, Begoña aprobó la oposición, y actualmente está trabajando en la la Subdirección general de Políticas Sociales y Capital Humano, que pertenece a la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía. Por último, aconseja a las personas que estén preparando una oposición: «Es duro, pero la felicidad diaria una vez que apruebas es increíble. Lo más importante es organizarse bien y tener descansos», comenta.

Entrar en el Ejército es una opción de futuro que no solo permite un gran crecimiento profesional a los jóvenes, sino que también garantiza un importante desarrollo personal. En este programa de Empleo Público, Manuel Fernández Villacañas, Coronel del Ejército del Aire, relata a José Joaquín Flechoso su propia experiencia. Además, explica cómo es posible hacer carrera militar dentro del Ejército, qué valores aporta a las personas jóvenes y cómo se puede compaginar con otras facetas profesionales.

El invitado, actualmente en reserva, comienza explicando que «creo muchísimo en el ingreso en Tropa y Marinería a través de las oposiciones, aunque creo que evolucionarán desde un punto de vista de hard power a soft power». Asimismo, expresa la necesidad de incorporar nuevo talento, talento con vocación a largo plazo, y, para eso, según el Coronel, «las oposiciones de Tropa y Marinería son clave».

Pese a ello, Fernández Villacañas reconoce que no tuvo vocación de ser militar desde que era niño. «Yo quería ser como mi padre, que era cirujano militar. Sin embargo, fui avanzando en los años, y mi padre, viendo que no tenía futuro como médico, mandó la instancia por mí para presentarme a las oposiciones a militar«, comenta.

«El marco fundamental de la formación militar es de carácter y valores. Sacas, sobre todo, enriquecimiento personal para afrontar cualquier desafío», admite el invitado. «Hoy por hoy, el planteamiento de los militares es distinto a los que nos formábamos entonces», refleja.

Cómo despegar y diversificar dentro del Ejército

Actualmente, Fernández Villacañas se dedica más a la formación y al mundo de la empresa, tras haber pasado a la reserva en el Ejército. «Ya de joven teniente me tuve que enfrentar a dar clase a los alumnos de milicias. Ahí decidí enriquecer mi formación porque tenía que avanzar. Años más tarde, descubrí la investigación, e hice un doctorado en temas relacionados con el marketing y la logística con orientación militar», explica.

Asimismo, el invitado expresa que «en el mundo militar, el planteamiento formativo es permanente». Es decir, los militares tienen la posibilidad de formarse de manera continua. «Todos los cursos tienen un componente técnico claro», agrega Fernández Villacañas.

«El tiempo que pasé en el Pentágono en Estados Unidos estuve allí como profesor de la universidad de Granada. Allí aprendí mucho de los modelos norteamericanos, y descubrí una forma de hacer las cosas especialmente diferente pero atractiva», comenta.

Además, el invitado explica que «necesitamos una Administración al servicio de los ciudadanos. Necesitamos reinventarnos en las jerarquías, con herramientas que agilicen una comunicación e interacción rápida y tecnológica». Y, refiriéndose al incentivo para animar a los opositores, «la palabra mágica es promoción interna. La forma de que los jóvenes busquen esta opción pasa por que siempre habrá posibilidades de ascenso», comenta.

En este nuevo programa de Empleo Público, que se emite en Capital Radio, José Joaquín Flechoso entrevista a Santiago García Blanco. Tras haber trabajado en el sector privado y como alto cargo autonómico, Santiago decidió cambiar de rumbo y preparar oposiciones al cuerpo TIC. Hoy en día, ya como funcionario de este cuerpo, reflexiona sobre qué le ha llevado a tomar esta decisión y cómo ha cambiado su vida y sus circunstancias trabajando en la administración.

Santiago se caracterizaba por ser buen estudiante, y tenía una orientación clara hacia las matemáticas y las ciencias en general. Por eso, pensó en hacer una ingeniería, y finalmente se decantó por Telecomunicaciones. Durante su etapa de estudiante universitario, Santiago tuvo dos experiencias laborales temporales para sufragar los gastos. Una vez terminó la carrera, se planteó cómo entrar en el mundo laboral. «Siempre tuve como prioridad acceder al mercado laboral. En aquel entonces, lo más probable era ir a Madrid o Barcelona, porque es donde había más empleo. Sin embargo, tuve la suerte de encontrar trabajo en Bilbao, fue el momento de la liberalización de las telecomunicaciones, y entré en un departamento especializado en vídeo», explica.

Durante esa etapa, Santiago desempeñó diferentes roles, algo que, según él mismo, fue una gran escuela. «El paso que más me costó fue el de convertirme en comercial cuando yo era técnico. Me lo tomé como un reto», revela Santiago. Posteriormente, un revés de la vida hizo al invitado cambiar sus prioridades. «La muerte de mi hija a causa de una meningitis me hizo replantearme como un reto trabajar en proyectos para que eso no le pasase a nadie», explica el invitado. Ahí comenzó su primer acercamiento con el sector público.

De alto cargo a opositor

Tiempo después, le propusieron desempeñar un trabajo de alto cargo en el gobierno de Cantabria. «En un momento de cambio en la empresa donde estaba, con 34 años, me ofrecieron la posibilidad de contribuir a mi comunidad autónoma y de aportar mi conocimiento. Además, una Dirección General en Cantabria tenía una estructura más reducida, y acepté», comenta Santiago. Allí, desarrolló proyectos de ingeniería y tecnología muy interesantes.

Fue en este momento cuando Santiago empezó a detectar la importancia de trabajar como funcionario. «Cuando llegué a la Administración, lo hice con una serie de clichés. Sin embargo, me sorprendí muy positivamente», admite el invitado. Además, reconoce que el sector privado y el público no terminan de reconocerse, «una disfunción un poco triste», tal y como lo define García.

En 2020, con la llegada del COVID, «me llegó el ofrecimiento de crear una dirección general de transformación digital y relaciones con los usuarios, y me pareció apasionante. En este momento, fue una experiencia increíble entender cómo lo público nos ha salvado del COVID, y eso fue lo que me hizo creer totalmente en el compromiso de los empleados públicos», explica.

Así, Santiago se decidió a preparar oposiciones y dejar su puesto como alto cargo autonómico. «Confluyeron una serie de circunstancias que me llevaron a tomar esta decisión. Era un buen momento, pero te lo tienes que plantear muy bien. Es un esfuerzo, pero merece la pena», comenta Santiago. Y, desde esta posición, aconseja a todas las personas que estén pensando en preparar una oposición que «se lo planteen como una opción de vida antes, y tener esa vida que te permita, con organización, sacar adelante este proyecto«.

Empleo Público es un espacio de Opostal.es en Capital Radio donde se da voz a todas las áreas que conforman la Administración Pública, que son muchas. En esta ocasión, José Joaquín Flechoso entrevista a David Lafuente, subdirector general de Juventud y director de Erasmus+ y presidente de CSACE (Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado). Durante la entrevista, Lafuente ha relatado cómo ha sido su trayectoria dentro del sector público y cómo la decisión de opositar ha cambiado su vida.

David Lafuente es barbastrense de origen, aunque ha desarrollado su vida en Madrid. En un principio, se planteó ser arquitecto, pero finalmente se decantó por Ciencias Políticas. «Me gustaba todo, y al final pensé en ciencias políticas. Sin embargo, tuve muchas dudas, porque no era una carrera muy conocida», explica Lafuente. «Me gusta el servicio público, el preocuparme por cosas que afectan a la sociedad», relata.

Su vida profesional comenzó con diversas tertulias radiofónicas y cursos de verano orientados a las ciencias políticas. «La vida son etapas, y hay que aprovechar el 100% de cada una. En mi caso, experiencias como la de ser camarero me enseñó mucha psicología. Son experiencias muy bonitas de las que hay que estar orgulloso, porque de cada etapa se aprenden cosas«, refleja Lafuente.

Pese a la amplia formación que tiene David Lafuente, decidió en un momento dado dar el salto a la vida profesional. «Tenía muy claro que quería ser funcionario en España, tenía una alta vocación de servicio público, y tomé la decisión. En aquel momento, me preparé la oposición para acceder a la carrera diplomática», comenta el invitado.

De la carrera diplomática al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado

Tras finalizar su sueño de opositar a la carrera diplomática, pasó a preparar las oposiciones del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. «Si hubiera aprobado a la primera las oposiciones de la carrera diplomática, habría perdido la oportunidad de saber lo interesante que es ser administrador civil del Estado», revela. «Me animaron a preparar esta oposición porque tenía una parte del temario muy similar a las de la carrera diplomática, y aprobé a la primera», comenta el invitado.

De hecho, hoy en día, David Lafuente es el presidente de la asociación CSACE. «Es un cuerpo de profesionales, de personas comprometidas que trabajan por una administración mejor y por un buen funcionamiento de nuestras instituciones. En el cuerpo somos unas 1.200 personas, y ocupamos puestos directivos y predirectivos en determinados ministerios, comunidades autónomas y representaciones en el exterior», explica.

Finalmente, David Lafuente transmite su consejo ideal para quienes están pensando en preparar una oposición. «Lo más importante es la perseverancia, la vocación de servicio público y no desfallecer. La clave del éxito no está en cuántos problemas tengas, sino en cuántas te levantas», anima Lafuente.