Empleo Público: Funcionarios más allá de los 50 Estrella Antón, Cuerpo Superior TIC
Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena. Especialmente, en lo que respecta al acceso al empleo público, donde nunca es tarde para empezar. Un buen ejemplo de ello es Estrella Antón, funcionaria del cuerpo TIC, que ha explicado a José Joaquín Flechoso en Empleo Público por qué ser funcionarios más allá de los 50 es buena idea. Concretamente, Estrella ha pasado más de 35 años trabajando en el ámbito privado, y después decidió opositar. Ella es licenciada en Económicas, y fue en esta rama donde se desarrolló profesionalmente. Posteriormente, obtuvo una beca de investigación en la EOI, y comenzó a trabajar en una empresa del sector de industria.
«Me dedicaba a la informática porque, en aquella época, era el trabajo más abundante, y tenía conocimientos previos», revela Estrella. Después, pasó al sector financiero, consultoría, telecomunicaciones, proveedores de software, etc. Una evolución profesional y empresarial que le enriqueció mucho. «Cuando tuve oportunidad, me fui a empresas financieras. Después, mi ansia de conocer más cosas acerca de los softwares, me llevó a trabajar en empresas relacionadas con bases de datos», explica Estrella.
Casi 35 años después, Estrella Antón cambió de registro y pasó a preparar una oposición. «En mi caso, hubo un factor que desencadenó todo este cambio. Tras la muerte inesperada de mi marido, me replanteé todo el proyecto de vida que tenía. Además, me quedé en casa con mi madre, que tiene muy poca movilidad. Esto hizo que me replantease cambiar el chip, y se me ocurrió opositar. Era algo que podía hacer en casa, me permitía pasar el duelo y me gustaba estudiar», destaca Estrella.
Funcionarios más allá de los 50: un cambio de vida
Fue así como Estrella Antón aprobó la oposición e ingresó a los 58 años en la función pública. «Me pudo la ilusión de que podía hacer algo que me gustaba mucho, que estaba muy relacionado con mi trabajo y que tenía una buena recompensa», reconoce la invitada. En cuanto a la compatibilidad del trabajo, el estudio y las obligaciones familiares, Estrella se organizaba de manera muy estructurada, y consiguió encontrar un método que se ajustaba con su situación personal y laboral.
«Encontré mi ventana de oportunidad. La primera vez que me presenté, suspendí, pero fui a por ello con más ganas la segunda», admite Estrella. Otra de las cuestiones interesantes es cómo empezar en la función pública siendo funcionarios con más de 50 años. «He tenido que adaptarme al cambio con rapidez muchas veces, y aprendí muchas cosas en este proceso», expresa Estrella. «Venía de la empresa privada, que es otro mundo, y toda la información que pude captar, bienvenida fue», reconoce.
Una de las diferencias más importantes entre el entorno privado y el público fue la competitividad entre compañeros. «En la empresa privada, parecía una selva. En función pública, desde el primer minuto, no se da. Cuando necesitas la participación de muchas personas de diferentes áreas, la tienes», recalca la invitada. De hecho, destaca que es uno de los principales alicientes para trabajar en la administración pública. Por último, Estrella Antón da un consejo a todos los aspirantes que están en ello, afirmando que «es una carrera de fondo, y hay que prepararse cada día. Lo mejor es cumplir el plan de trabajo por encima de todo, y no ponerse límites».
Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena. Especialmente, en lo que respecta al acceso al empleo público, donde nunca es tarde para empezar. Un buen ejemplo de ello es Estrella Antón, funcionaria del cuerpo TIC, que ha explicado a José Joaquín Flechoso en Empleo Público por qué ser funcionarios más allá de los 50 es buena idea. Concretamente, Estrella ha pasado más de 35 años trabajando en el ámbito privado, y después decidió opositar. Ella es licenciada en Económicas, y fue en esta rama donde se desarrolló profesionalmente. Posteriormente, obtuvo una beca de investigación en la EOI, y comenzó a trabajar en una empresa del sector de industria.
«Me dedicaba a la informática porque, en aquella época, era el trabajo más abundante, y tenía conocimientos previos», revela Estrella. Después, pasó al sector financiero, consultoría, telecomunicaciones, proveedores de software, etc. Una evolución profesional y empresarial que le enriqueció mucho. «Cuando tuve oportunidad, me fui a empresas financieras. Después, mi ansia de conocer más cosas acerca de los softwares, me llevó a trabajar en empresas relacionadas con bases de datos», explica Estrella.
Casi 35 años después, Estrella Antón cambió de registro y pasó a preparar una oposición. «En mi caso, hubo un factor que desencadenó todo este cambio. Tras la muerte inesperada de mi marido, me replanteé todo el proyecto de vida que tenía. Además, me quedé en casa con mi madre, que tiene muy poca movilidad. Esto hizo que me replantease cambiar el chip, y se me ocurrió opositar. Era algo que podía hacer en casa, me permitía pasar el duelo y me gustaba estudiar», destaca Estrella.
Funcionarios más allá de los 50: un cambio de vida
Fue así como Estrella Antón aprobó la oposición e ingresó a los 58 años en la función pública. «Me pudo la ilusión de que podía hacer algo que me gustaba mucho, que estaba muy relacionado con mi trabajo y que tenía una buena recompensa», reconoce la invitada. En cuanto a la compatibilidad del trabajo, el estudio y las obligaciones familiares, Estrella se organizaba de manera muy estructurada, y consiguió encontrar un método que se ajustaba con su situación personal y laboral.
«Encontré mi ventana de oportunidad. La primera vez que me presenté, suspendí, pero fui a por ello con más ganas la segunda», admite Estrella. Otra de las cuestiones interesantes es cómo empezar en la función pública siendo funcionarios con más de 50 años. «He tenido que adaptarme al cambio con rapidez muchas veces, y aprendí muchas cosas en este proceso», expresa Estrella. «Venía de la empresa privada, que es otro mundo, y toda la información que pude captar, bienvenida fue», reconoce.
Una de las diferencias más importantes entre el entorno privado y el público fue la competitividad entre compañeros. «En la empresa privada, parecía una selva. En función pública, desde el primer minuto, no se da. Cuando necesitas la participación de muchas personas de diferentes áreas, la tienes», recalca la invitada. De hecho, destaca que es uno de los principales alicientes para trabajar en la administración pública. Por último, Estrella Antón da un consejo a todos los aspirantes que están en ello, afirmando que «es una carrera de fondo, y hay que prepararse cada día. Lo mejor es cumplir el plan de trabajo por encima de todo, y no ponerse límites».