Irse de Erasmus es uno de los objetivos más habituales entre muchos de los estudiantes universitarios, que esperan con muchas ganas el momento de pasar un curso entero en una universidad europea. En este programa de Empleo Público, hablamos de ello con Helena Antía, funcionaria del Cuerpo TIC. Helena cuenta su experiencia y narra por qué decidió preparar oposiciones después de haber completado su Erasmus.

Helena Antía es ingeniera informática por la Universidad de A Coruña, y asegura que la elección de la carrera fue una decisión práctica, más que vocacional. «Decidí hacer el bachillerato tecnológico y sanitario, y cuando llegó el momento de elegir, opté por la rama de las ingenierías», explica Helena. «Jamás me he sentido infravalorada por ser mujer, todo lo contrario», afirma la invitada en relación a la incorporación de las mujeres en las carreras STEM.

En último año de carrera, decidió ir a estudiar su Erasmus a Pilsen, en República Checa. «Considero que debería ser obligatorio en todas las universidades, porque te abre muchas puertas, tanto a nivel personal, cultural y profesional. Vives una experiencia muy enriquecedora», asegura Helena. «No te das cuenta de las limitaciones que tienes hasta que sales de tu zona de confort. Para eso, el Erasmus te hace aprender a relacionarte, y eso ha sido una de las principales virtudes que me traje del Erasmus», añade.

En relación con el Erasmus, la invitada explica que hay un tipo de Erasmus específico para funcionarios en Bruselas. «Solo son dos semanas, pero puedes ver cuáles son las funciones de las instituciones de la Unión Europea. Mi siguiente paso va a ser solicitar el Erasmus a la Unión Europea», revela.

Del Erasmus a la oposición

Tiempo después, Helena Antía explica que «la función pública siempre estuvo en mi camino, pero antes tuve algunas experiencias profesionales esporádicas. Tanto siendo camarera como comercial tenía trato con las personas, y eso lo valoro mucho, aunque siempre sabía cuál iba a ser mi futuro».

Haciendo mención a esa decisión de prepararse para conseguir una plaza de empleo público, Helena recuerda que «las oposiciones son un proceso muy duro, y necesitas sentirte acompañado, generar esa confianza en ti mismo que a veces te falta. Si confías en ti mismo, te llevará más o menos tiempo, pero puedes».

La primera vez que Helena fue a examen suspendió, y en plena pandemia se empezó a preguntar si ser funcionaria era lo que realmente quería o era lo que se esperaba de ella. «Tuve un apoyo fundamental, y no abandoné mi camino. Ahora, considero que ha sido una gran oportunidad y una gran bendición», asegura.

«Me considero una persona muy disciplinada y constante, y muy analítica con el compromiso que tengo conmigo misma. Pasas por altibajos, pero yo sabía que lo iba a conseguir», destaca Helena. Y, sobre la relación con otros opositores, Helena explica que «habiendo plazas para todo el mundo, debes apoyarte en el resto de personas que están en tu misma situación».