¿Merece la pena trabajar en Correos?
Tener un puesto de trabajo fijo y estable es la principal aspiración de la mayoría de trabajadores hoy en día. Es, por tanto, una de las razones que llevan a muchas personas a optar por un puesto dentro del sector público.
Por eso, cada vez son más los opositores que deciden ir a por una plaza no solo en la propia administración, sino también en las empresas públicas. Pero, ¿merece la pena trabajar en Correos? Esta es la gran duda de muchas personas, que vamos a responder en este artículo.
Pros y contras de trabajar en Correos
Lo primero que vamos a hacer es disgregar todas las ventajas que tiene trabajar en Correos, así como algunos de los principales obstáculos. De esta forma, tendrás toda la información que necesitas para valorar la posibilidad de preparar las oposiciones de Correos, y de decidir si merece la pena trabajar en Correos o no.
Ventajas de trabajar en Correos
Empezamos destacando los aspectos más positivos que tiene trabajar en Correos:
- Estabilidad laboral. Una vez dentro de Correos, la empresa pública ofrece una buena situación de estabilidad laboral para sus trabajadores.
- Oportunidades de crecimiento. A medida que pase el tiempo, tendrás la posibilidad de asumir más responsabilidades si así lo deseas.
- Salario en aumento. Al salario base que tienen los trabajadores de Correos se van sumando complementos como el de antigüedad, el de nocturnidad o el de festivos, entre otros.
- Flexibilidad horaria. Por lo general, los trabajadores de Correos desempeñan su actividad en horario continuo, ya sea de mañana o de tarde. Es decir, es un trabajo que te permite disfrutar de más tiempo para dedicarte a tus hobbies.
- Conciliación. En línea con el punto anterior, la flexibilidad horaria y la estabilidad económica y laboral que supone trabajar en Correos hace que sea más sencillo conciliar con tu vida familiar.
- Los trabajadores de Correos tienen hasta 30 días de vacaciones, una ratio superior a la que tienen los trabajadores de empresas privadas. En este sentido, las condiciones son muy similares a las que tienen los funcionarios.
- Diversificación de tareas. Lejos de los estereotipos habituales, trabajar en Correos es mucho más dinámico de lo que, habitualmente, solemos pensar. Así, los empleados de Correos desempeñan una gran variedad de tareas, desde la recepción y distribución de envíos hasta funciones de atención al cliente o venta.
¿Qué es lo menos positivo de trabajar en Correos?
Ahora que ya conoces las ventajas más importantes de trabajar en Correos, es justo hablar también de los aspectos menos positivos.
Lo que más suele frenar a muchas personas a la hora de decidir si merece la pena trabajar en Correos es el proceso que hay que superar para conseguir una plaza en la empresa pública.
El acceso a Correos se realiza a través de un proceso selectivo que se suele convocar por concurso-oposición. Es decir, hay que preparar unas oposiciones, superar un examen y, posteriormente, acumular todos los puntos posibles según el baremo de méritos.
A esto se suma el hecho de que Correos es una de las oposiciones a la que más personas aspiran, lo que hace que haya muchos opositores compitiendo por una misma plaza.
No obstante, en la última convocatoria, Correos lanzó más de 7.700 plazas, y las siguientes convocatorias también están llamadas a acumular un elevado número de plazas, si bien habrá que esperar hasta que se publiquen oficialmente.
En cualquier caso, merece la pena trabajar en Correos si lo que buscas es un puesto de trabajo estable, con buenas condiciones laborales y que te permita conciliar tu vida familiar y laboral.
Lo más importante es contar con una buena academia para preparar las oposiciones de Correos y, de esa forma, multiplicar tus probabilidades de conseguir una de las miles de plazas que, previsiblemente, se van a convocar próximamente.