Empleo Público: Todo por un sueño Joaquín Zahinos, Cuerpo Superior TIC
Hay historias de superación que nos llegan al alma, y la de Joaquín Zahinos es una de ellas. En el nuevo programa de Empleo Público, relata cómo ha sido, para él, conseguir el sueño de lograr una plaza fija en la Administración. Hoy en día, Joaquín es funcionario del cuerpo TIC, pero el camino no ha sido fácil. Tras superar una grave enfermedad que le cambió la vida, decidió seguir persiguiendo su sueño con más fuerza. Así se lo ha contado a José Joaquín Flechoso en el programa Empleo Público, de Opostal.es, emitido en Capital Radio.
Joaquín es ingeniero de Telecomunicaciones. A la pregunta de por qué eligió esta carrera, el invitado explica que «cuando fui creciendo, comenté con varios profesores, y me dijeron que me veían haciendo una ingeniería». Tras acabar la carrera, comienza su trayectoria profesional en el ámbito privado. «Estuve viviendo en Alemania, allí hice mi proyecto de fin de carrera en una empresa privada. Al volver a España, volví a la misma empresa, donde estuve diez años», relata Joaquín.
Tras varios años en la empresa privada, se sentía un poco «quemado», por la brecha que había entre el talento joven y el talento senior. Fue entonces cuando se topó con una persona que acababa de aprobar unas oposiciones. «Lo que hace un ingeniero TIC A1 se adaptaba mucho a lo que yo hacía en la empresa privada, y eso me animó a preparar las oposiciones», relata Zahinos. «Me llamaba la atención porque pensaba que el trabajo en la función pública mejoraba la vida de la gente«, explica.
Un camino plagado de retos para conseguir un sueño
La primera vez que se presentó a las oposiciones, Zahinos suspendió en el tercer examen. En ese momento, pese a que, como él mismo reconoce, fue duro, siguió adelante. De hecho, la experiencia que había adquirido en el primer intento le ayudó para los siguientes. Se volvió a presentar una segunda vez y, en este caso, aprobó. Sin embargo, el día que fue a la lectura de otro compañero, sintió un dolor fuerte de cabeza. «En el hospital me tuvieron en observación y, de repente, me desplomé. Había algo más que un dolor de cabeza: un ictus», explica Zahinos.
A priori, un ictus te crea una barrera, porque, según explica él mismo, «afecta a las capacidades cognitivas de una persona». Capacidades cognitivas que son fundamentales, y el problema fue que me dio entre varios exámenes. Para encarar esta situación, Zahinos relata que fue su familia quien planteó su caso al tribunal para pedir que retrasasen el ejercicio. «Estudiar fue una rehabilitación para recuperarme de las lesiones cerebrales», añade Joaquín.
«Como el tribunal me correspondió bien, yo quise seguir. Me dejaron para el final y pude presentarme al examen en mejores condiciones», revela el invitado. De hecho, uno de los ejercicios requería teclear, algo que no podía hacer. «El tribunal fue muy humano. Además de ponerme al final de la lista, me plantearon la posibilidad de dictarle ese ejercicio a otra persona. Esa persona lo iba escribiendo y pude presentar mi examen tal y como quería», especifica.
Finalmente, aprobó siendo el nº7 de su promoción en turno libre, no en el turno de discapacidad, porque, cuando se inscribió, lo hizo en el turno libre. Todo ello, pese a tener una discapacidad del 67% en memoria y atención. Sin duda, todo un ejemplo de superación personal para conseguir un sueño.
Hay historias de superación que nos llegan al alma, y la de Joaquín Zahinos es una de ellas. En el nuevo programa de Empleo Público, relata cómo ha sido, para él, conseguir el sueño de lograr una plaza fija en la Administración. Hoy en día, Joaquín es funcionario del cuerpo TIC, pero el camino no ha sido fácil. Tras superar una grave enfermedad que le cambió la vida, decidió seguir persiguiendo su sueño con más fuerza. Así se lo ha contado a José Joaquín Flechoso en el programa Empleo Público, de Opostal.es, emitido en Capital Radio.
Joaquín es ingeniero de Telecomunicaciones. A la pregunta de por qué eligió esta carrera, el invitado explica que «cuando fui creciendo, comenté con varios profesores, y me dijeron que me veían haciendo una ingeniería». Tras acabar la carrera, comienza su trayectoria profesional en el ámbito privado. «Estuve viviendo en Alemania, allí hice mi proyecto de fin de carrera en una empresa privada. Al volver a España, volví a la misma empresa, donde estuve diez años», relata Joaquín.
Tras varios años en la empresa privada, se sentía un poco «quemado», por la brecha que había entre el talento joven y el talento senior. Fue entonces cuando se topó con una persona que acababa de aprobar unas oposiciones. «Lo que hace un ingeniero TIC A1 se adaptaba mucho a lo que yo hacía en la empresa privada, y eso me animó a preparar las oposiciones», relata Zahinos. «Me llamaba la atención porque pensaba que el trabajo en la función pública mejoraba la vida de la gente«, explica.
Un camino plagado de retos para conseguir un sueño
La primera vez que se presentó a las oposiciones, Zahinos suspendió en el tercer examen. En ese momento, pese a que, como él mismo reconoce, fue duro, siguió adelante. De hecho, la experiencia que había adquirido en el primer intento le ayudó para los siguientes. Se volvió a presentar una segunda vez y, en este caso, aprobó. Sin embargo, el día que fue a la lectura de otro compañero, sintió un dolor fuerte de cabeza. «En el hospital me tuvieron en observación y, de repente, me desplomé. Había algo más que un dolor de cabeza: un ictus», explica Zahinos.
A priori, un ictus te crea una barrera, porque, según explica él mismo, «afecta a las capacidades cognitivas de una persona». Capacidades cognitivas que son fundamentales, y el problema fue que me dio entre varios exámenes. Para encarar esta situación, Zahinos relata que fue su familia quien planteó su caso al tribunal para pedir que retrasasen el ejercicio. «Estudiar fue una rehabilitación para recuperarme de las lesiones cerebrales», añade Joaquín.
«Como el tribunal me correspondió bien, yo quise seguir. Me dejaron para el final y pude presentarme al examen en mejores condiciones», revela el invitado. De hecho, uno de los ejercicios requería teclear, algo que no podía hacer. «El tribunal fue muy humano. Además de ponerme al final de la lista, me plantearon la posibilidad de dictarle ese ejercicio a otra persona. Esa persona lo iba escribiendo y pude presentar mi examen tal y como quería», especifica.
Finalmente, aprobó siendo el nº7 de su promoción en turno libre, no en el turno de discapacidad, porque, cuando se inscribió, lo hizo en el turno libre. Todo ello, pese a tener una discapacidad del 67% en memoria y atención. Sin duda, todo un ejemplo de superación personal para conseguir un sueño.