Empleo Público: Trabajar como letrado de la Seguridad Social Ignacio García, Letrado de la Seguridad Social
La trayectoria de Ignacio García, está profundamente arraigada en una vocación por el Derecho cultivada desde la infancia y a su vez ofrece una perspectiva única, en el último programa de Empleo Público, sobre cómo trabajar de letrado de la Seguridad Social ayuda a materializar el derecho en la vida de los ciudadanos.
La clave de este puesto dentro de la función pública reside en su capacidad para conectar la normativa legal con su implementación real, lo cual es fundamental para proteger los derechos y obligaciones en la seguridad social.
Opositar, una inversión en conocimiento y desarrollo profesional
Con padres en el ámbito jurídico, la pasión por el derecho fue una constante, inspirando a Ignacio desde niño. Esta influencia familiar marcó un camino claro, consolidando la convicción de dedicarse al mundo legal.
Un aspecto crucial que Ignacio destaca es el valor formativo de la oposición frente a otras vías académicas.
Heredando la experiencia de sus padres, quienes también fueron opositores, subraya que la preparación para una oposición es «el mejor máster» por la disciplina, la amplitud de conocimientos y la perspectiva que ofrece. En sus propias palabras, «la experiencia, conocimientos y disciplina que da una oposición no la da un máster». Este proceso, aunque exigente y a menudo con «picos muy buenos» y «picos muy malos», es un período de profundo crecimiento personal y profesional.
En este camino, la figura del preparador es «muy importante, prácticamente es un 50%» no solo por la guía académica, sino por el apoyo motivacional esencial para superar los momentos difíciles.
La perseverancia, incluso ante un suspenso, se convierte en «experiencia acumulada» que impulsa hacia el éxito final, forjando juristas altamente capacitados y con una visión integral del derecho.
Del dinamismo en sala al impacto directo en la vida de todos
Una vez superado el riguroso proceso de oposición, el Letrado de la Seguridad Social se adentra en un rol dinámico y de profundo impacto social, en contacto directo con las realidades del ciudadano.
La experiencia de Ignacio García en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en Barcelona es un claro ejemplo de este dinamismo. Allí, con una carga de trabajo intensa –entre 15 y 30 juicios semanales–, se especializó en el Derecho Social, llevando casos de incapacidades o jubilaciones. Este entorno, con juicios rápidos y la necesidad de una lectura veloz de la documentación médica, «te enseña muchísimo el estar en sala», proporcionando una agilidad y «saber hacer juicio» que, aunque desafiante, resulta muy gratificante.
La transición posterior a la Tesorería General de la Seguridad Social en Madrid, un servicio común de la Seguridad Social, reveló otra faceta del Derecho de la Seguridad Social.
Aunque con menos juicios semanales, el ámbito jurídico es mucho más variado, abarcando desde lo contencioso-administrativo hasta lo penal y concursal.
Ignacio considera que todos los letrados deberían experimentar ambos organismos, ya que «te enriquece muchísimo jurídicamente y como persona conocer todos los ámbitos que tiene esta profesión». Esta diversidad de tareas y la constante exposición a situaciones que afectan directamente la vida de las personas, desde pensiones hasta recaudaciones, demuestran que el Derecho de la Seguridad Social, pese a su aparente complejidad inicial, es «muy bonito y enriquecedor que te das cuenta que todo el mundo, al fin y al cabo, se relaciona en algún momento de su vida con él».
La ilusión por el «objetivo final» del servicio público, que es el beneficio del ciudadano, es lo que finalmente da sentido y valor a una profesión de tan alta exigencia.