La función pública lejos de ser un camino rígido ofrece un espacio para la confluencia de la vocación personal y el desarrollo de la experiencia y conocimiento especializado. Así en este nuevo episodio de Empleo Público, la trayectoria de Lucía Serrano nos muestra cómo trabajar en la Oficina Española de Patentes y Marcas como Jefa de Área de la Unidad de Apoyo a la Dirección va más allá de la mera gestión burocrática. 

La aportación personal a la innovación pública

Lucía, quien inicialmente se inclinó por el periodismo, pero encontró en la física una respuesta a su curiosidad innata sobre «cómo funcionaban las cosas». Este giro hacia las ciencias STEM, una elección aún poco común entre mujeres, subraya la importancia de «no abandonar nunca su vocación STEM», como ella misma enfatiza.

Este trayecto, que incluyó una sólida formación académica en Astrofísica y un Máster en Energías Renovables, así como experiencia en investigación y desarrollo en el sector privado, construyó un perfil técnico invaluable. 

La transición a la Administración Pública, motivada por la incertidumbre en su empresa privada y la necesidad de «proteger los productos» que desarrollaban, la llevó a descubrir un nuevo interés en la propiedad industrial. «Me fui a la Oficina Española de Patentes y Marcas a la aventura… y me apasionó», declara. 

Esta capacidad de aplicar un conocimiento técnico altamente especializado, desarrollado en el sector privado, a la función pública, demuestra que la Administración es un espacio vital para la integración de talentos diversos en áreas estratégicas como la protección de la innovación y la creatividad del país. 

El trabajo de examinadora de patentes, analizando lo más novedoso en su campo, es un claro ejemplo de cómo el servicio público se nutre de la experiencia y el conocimiento técnico para impulsar el desarrollo económico y tecnológico.

El propósito social y la conciliación en el servicio público

La labor en la Administración Pública no solo permite la aplicación de conocimientos técnicos, sino que se arraiga en un profundo propósito social, ofreciendo además un entorno que favorece la conciliación personal y profesional. 

En la Oficina Española de Patentes y Marcas, el trabajo va más allá de la protección legal de invenciones; contribuye directamente al desarrollo económico al facilitar la transferencia de conocimiento y la mejora de la vida de las personas.

Lucía Serrano expresa «mucho orgullo de trabajar para la Oficina Española de Patentes y Marcas porque estoy trabajando en un mundo que me apasiona y además en el que realmente creo». 

Destaca la importancia de las patentes como fuente de información tecnológica, que se publica y, tras 20 años, «está a disposición esa tecnología de toda la sociedad y a la mejora de la vida de las personas», como ocurre con los medicamentos genéricos. 

Esta visión del servicio público como motor de progreso y bienestar colectivo es una de las grandes motivaciones para quienes forman parte de la Administración.

Además de este propósito trascendente, la función pública ofrece condiciones que valoran el bienestar de sus profesionales. Lucía subraya que la Administración Pública le ha permitido conciliar su vida familiar y profesional, una ventaja significativa, «Yo tuve a mi tercer hijo estando dentro de la Administración Pública y una de las ventajas, aparte de la estabilidad, aparte de lo bonito que es donde trabajamos y el trabajo tan maravilloso que se hace, el buen ambiente y es que la conciliación es posible», afirma. 

La existencia de facilidades como el teletrabajo o la buena comunicación de los centros de trabajo son factores que contribuyen a este equilibrio. 

En última instancia, la excelencia, definida como «hacer las cosas cuanto mejor podamos», es el valor fundamental que debe guiar a todo servidor público, porque su labor «se debe al ciudadano».