Esta es la pregunta que trata de responder Beatriz Fonseca, veterinaria y perteneciente a la subdelegación del Gobierno en Vizcaya, en el nuevo podcast de Empleo Público. En él, Beatriz relata a José Joaquín Flechoso por qué decidió, siendo veterinaria, ingresar en la función pública. Además, habla sobre la importancia de la administración provincial, que no deja de ser una extensión de la administración central, pero con una visión más cercana sobre cada territorio. A continuación, resumimos las principales conclusiones sobre por qué ser funcionario en edad mediana es una buena opción profesional.

En primer lugar, Beatriz Fonseca analiza por qué, siendo veterinaria, decidió entrar en la función pública. «Siempre quise ser veterinaria, y, en mi caso, el vínculo de mi familia con el medio rural y, concretamente, con la agricultura, es total. Después, descubrí que los garantes de seguridad alimentaria eran los veterinarios», destaca Fonseca. Terminó sus estudios universitarios en Reino Unido y, posteriormente, en Perú participó en un proyecto de cooperación internacional sobre alternativas para la conservación de los alimentos cárnicos.

Posteriormente, Beatriz Fonseca desarrolló su trayectoria profesional en el sector privado, en la industria alimentaria. «Siempre he estado muy vinculada a los departamentos de calidad y de seguridad alimentaria.  Después, también estuve como responsable de calidad en laboratorios de farmacéuticas. Además, en el ámbito gastronómico, he sido profesora de seguridad alimentaria en la Escuela de Hostelería del Ayuntamiento de León», analiza Fonseca.

Con respecto a su decisión de opositar, Beatriz revela que «en mi época no había el programa de captación de talento que hay ahora, y no se conocían las oposiciones. Dio la casualidad de que obtuve una beca en el servicio territorial de salud pública en León, y descubrí esta posibilidad. Años después, con 39 años y un hijo, había dejado apartada mi profesión por estar cerca de mi familia. En ese momento, sentía que había llegado mi momento, y decidí opositar para entrar en la Administración». De ahí que, según la invitada, ser funcionario en edad mediana es perfecto si sientes que ha llegado el momento adecuado.

Crecimiento personal y profesional gracias a la Administración

En relación a las opiniones que recibió por parte de su entorno, Beatriz Fonseca admite que, en un principio, no fueron buenas. En cambio, decidió abstraerse y apostar por ello, también como aprendizaje y ejemplo hacia su hijo. «Preparar una oposición es tremendamente enriquecedor e interesante, para mí no supuso ningún sacrificio», comenta Fonseca. A esto, añade que «el esfuerzo merece la pena, tiene su recompensa».

Tras aprobar la oposición, Beatriz Fonseca consiguió plaza en Bilbao, lugar del que es originaria. «Es un auténtico lujo, estoy todo el día aprendiendo. Además, estoy en mi barrio, y estar trabajando en mi propio barrio, al lado de mi casa, es impagable», destaca Fonseca.

La vocación de servicio público es otra de las cualidades fundamentales que recalca la invitada. «Mi perspectiva de la función pública ha cambiado totalmente. Yo entré con un objetivo más egoísta, para crecer profesionalmente. Sin embargo, me he dado cuenta de que tengo una gran vocación de servicio público. Ser capaz de ver la repercusión que tiene tu trabajo en la ciudadanía directamente es muy gratificante», añade Fonseca.

Beatriz termina su entrevista aconsejando a todas las personas que estén opositando que lo principal es tener claro el plan de trabajo, quién te va a sostener y cuánto te puedes implicar. Finalmente, es importante creer en uno mismo.