En Opostal siempre decimos que una de las grandes ventajas que ofrece trabajar en la Administración Pública es la flexibilidad. No solo a la hora de conciliar la vida familiar con la laboral, sino también en cuanto al desarrollo profesional. La invitada de esta semana en Empleo Público, Chabe Alcantarilla, es el claro ejemplo de ello. Tras pasar 12 años en el sector privado, Chabe decidió dar un giro a su carrera y preparar oposiciones A2. Entró en la Administración, creció muy rápidamente y, hoy en día, está viviendo una experiencia profesional muy enriquecedora gracias a una excedencia, sin perder su plaza fija.

Chabe Alcantarilla es ingeniera informática, aunque reconoce que no tenía una vocación clara. Explica que su principal referente fue su madre, pero añade que «es importante que todo el mundo elija lo que quiere hacer». Volviendo al plano laboral, Chabe afirma que «ya en mi época se empezaba a hablar sobre oposiciones«, pero, finalmente, empezó a trabajar en el sector de las telecomunicaciones en la empresa privada.

Sin embargo, uno de los adjetivos que mejor define a Chabe es que es inconformista, y que, según ella, «hay que ir contenta a trabajar». Esta actitud le ha hecho querer siempre mejorar y probar experiencias profesionales nuevas. Así fue como comenzó su inquietud por opositar. Lo que le llevó finalmente a presentarse a una oposición fue «la sensación de que, en la privada, el esfuerzo no se recompensaba». Además, en el período en el que permaneció trabajando en la empresa privada, Chabe tuvo 3 hijos, que compaginaba con el trabajo y con la preparación de oposiciones. En este sentido, afirma que «me movía mucho tanto la buena conciliación que ofrece la Administración como el desarrollo de beneficios sociales«.

De entrar a la Administración a pedir una excedencia

Comenzó a trabajar en la Dirección General de Tráfico cuando aprobó las oposiciones de A2. «Tener la garantía de que vas a tener trabajo fijo fue, para mí, imprescindible, aparte de la conciliación», refleja. Asimismo, la invitada reconoce que, cuando comenzó, tenía ciertos estereotipos sobre la Administración que desmontó nada más empezar. De hecho, su trayectoria en la Administración comenzó a ascender progresivamente, en línea con la necesidad de prestar servicios que ayuden a la gente que tenía Chabe.

«Empezamos a trabajar en una aplicación específica para refugiados, y yo estaba totalmente inmersa en poder ayudar. Me hizo poner en valor la vocación de servicio público, y me hizo pensar en todo lo que se puede hacer desde la Administración», explica. Una de las máximas de Chabe es que cada uno se pone el techo que quiere en la Administración. «Mi currículum, a nivel de innovación, se lo debo a la Administración», reconoce.

Tiempo después, preparó las oposiciones de A1. En este tiempo, le surgió la oportunidad de ocupar un puesto de transformación digital en Paradores, aparcando la Administración. Aquí fue cuando Chabe pidió una excedencia, y entró a trabajar en Paradores. «Me hacía falta un cambio de aires, y, de hecho, estando ya en Paradores, aprobé las oposiciones de A1», comenta Chabe. La clave de pedir una excedencia es que no pierdes tu plaza fija en la Administración. En este sentido, la invitada reconoce que, en un plazo de 3-4 años, volverá a la Administración.

Como consejo final, afirma que «todo se puede conseguir. Trabajar en la Administración es considerar que trabajas para la sociedad, y, además, permite una capacidad de aprender e innovar importante».