Tabla de contenidos

  1. Abanico de posibilidades
  2. Expectativas de funciones y tareas
  3. Concurrencia de oferta
  4. Las pruebas a mi medidas
  5. La temática de estudio
  6. Libre y concurso oposición
  7. Yo y mis circunstancias e intereses

 

Ya has tomado la decisión: quieres ser funcionario y disfrutar de todas las ventajas que ello conlleva: estabilidad laboral, un horario invariable, un sueldo fijo mes a mes, conciliación familiar, vacaciones y asuntos propios sin condiciones…Todo esto suena fenomenal, sin duda. Pero cuando nos lanzamos a opositar debemos tener en cuanta muchos factores para elegir la mejor oposición y que a la larga no sea un fracaso o nos sintamos frustrados en nuestro trabajo “para toda la vida”.

El secreto para elegir la mejor oposición es analizar todos los factores que atañen a esta (requisitos de acceso, temario, pruebas, concurrencia…),  sin olvidarnos por supuesto de nosotros mismos, de nuestra situación laboral, economica, social y personal actual.

 

1. ABANICO DE POSIBLES

Uno de los requisitos en las oposiciones siempre va a ser el nivel formativo. Por este motivo el primer paso siempre será echar mano de nuestras titulaciones y estudiar con detalle el amplio abanico de posibilidades. En ocasiones disponemos de un ciclo formativo o titulación universitaria y nuestra principal idea es optar por las opciones vinculantes a nuestros estudios. Otras veces desechamos esa idea y nos centramos en opciones que no exijan una titulación específica.

Por otro lado, también es cierto que cada categoría se corresponde con un nivel formativo y no siempre la opción correcta es decantarse por el nivel máximo al que podemos optar.  Por ejemplo si tengo bachillerato siempre podré acceder hasta un C1 (siempre y cuando no pidan titulación específica), pero también es cierto que podemos optar por categorías más bajas como un C2 o una Agrupación Profesional. Nuestra decisión en este aspecto debe ir supeditada a otros factores de nuestra situación personal, laboral y económica, aspiraciones futuras, disponibilidad para estudiar…

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2. EXPECTATIVAS DE FUNCIONES Y TAREAS

Una vez que ya conocemos en que espectro puedo moverme, es muy importante saber dónde y de qué queremos trabajar. Muchos se decantan por trabajos “de oficina” y otros muchos prefieren un trabajo más “movido”. Debemos pensar que a priori es un trabajo para siempre, por lo que es vital que nos sintamos cómodos y a gusto con lo que hacemos.

 

3. CONCURRENCIA DE OFERTA

No debemos olvidarnos que no todas las oposiciones salen ofertadas con frecuencia. Hacer un seguimiento de ello es sumamente importante para, si no sale a la primera, tener oportunidades en un breve espacio de tiempo.

Informarnos de la previsión y necesidad de nuevas plazas en un futuro es siempre una decisión muy acertada, sobre todo si no hay en la actualidad una oferta sobre la mesa.

 

4. LAS PRUEBAS A MI MEDIDA

Otro detalle que no debemos obviar son los tipos de pruebas de las oposiciones. Podemos encontrarnos múltiples tipos de exámenes: tipo test, de desarrollo, pruebas de informática, psicotécnicos, de idioma… Si dudamos entre dos oposiciones muy similares y creemos que se nos da mejor el tipo test que el desarrollo, es posible que lo más prudente sea decantarnos por la primera opción.

El número de pruebas también puede influirnos, sobre todo a nivel emocional, ya que puede aumentar la tensión a medida que vamos superando los exámenes. Si nos consideramos personas con tendencia al estrés con su posterior traición, es posible que la mejor opción sea una oposición de una o dos pruebas.

 

5. LA TEMÁTICA DE ESTUDIO

Lo mismo ocurre con los temas de estudio. Cuando ya nos encontramos en la tesitura de elegir entre dos o tres opciones fijémonos en el temario y veamos que materias son las que más nos llaman la atención o cuales creemos que podríamos asimilar con más facilidad.

Está estudiado que si la temática de una lectura nos gusta, los conceptos se asimilan mejor, los detalles se afincan en nuestra memoria y nuestra motivación aumenta proporcionalmente a nuestra atracción por la materia.

 

 

6. LIBRE Y CONCURSO OPOSICIÓN

Como ya sabrás las oposiciones pueden ser libres (solo contará la nota de los ejercicios) o concurso oposición (contarán nuestras notas más méritos). Debemos analizar nuestra situación con detenimiento y ver cuán prudente y ventajoso es adentrarnos en una u otra opción.

Hay personas que tienen puntos y no pasan la nota de corte. Hay personas que  no los tiene y pasan el corte y consiguen plaza. Hay personas que tienen  puntos y que con la nota de examen alcanzan primeros puestos. Hay personas que aprueban, no tiene puntos y se quedan en listas de contratación… Debemos conocer todas las posibilidades y estar informados de cómo se desarrolla el proceso, los porcentajes de examen y méritos, etc.

 

7. YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS E INTERESES

Lo hemos visto todo, pero falta lo más importante: nosotros mismos. Debemos analizar y evaluar nuestra situación actual y las expectativas de futuro. Tenemos muchas preguntas que hacernos, ¿Cuántas horas puedo dedicarle al día? ¿Puedo costeármelo? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Puedo compaginarlo con mi trabajo actual? ¿Tengo el apoyo de mi familia? ¿Cuándo quiero ser funcionario? ¿Tengo disponibilidad de movilidad?

Respondernos a estas preguntas será la clave que nos ayudará a encajar las piezas de nuestro puzle.

 

Todos estos factores han de evaluarse en su conjunto y nunca siguiendo una linealidad, solo así obtendremos la respuesta más acertada. Si tienes dudas sobre algún aspecto, siempre puedes consultar a las administraciones, a academias de oposiciones como Opostal y como no, pedir opinión a amigos, conocidos o familiares. En este enlace accederás a un buscador muy completo para conocer y consultar distintos aspectos de las oposiciones de todo España.

Ya tienes las claves para tomar la mejor decisión, ahora solo debemos mantenernos motivados, recordar cada día porque hemos tomado la decisión de opositar y ser constante y perseverante.