Los Interventores y Auditores del Estado desempeñan un papel fundamental a menudo subestimado, pero esencial para garantizar el uso adecuado de los fondos públicos. Si bien es cierto que todos los funcionarios públicos son parte esencial de la Administración, los interventores y auditores hacen un trabajo especial para garantizar que el dinero público se use de la mejor forma posible.

En este nuevo episodio de Empleo Público, nos acompaña Víctor Rodríguez Prieto, presidente de la Asociación de Interventores y Auditores del Estado y Vicepresidente tercero de FEDECA, (Federación española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado).

Desde temprana edad, Rodríguez Prieto, ya expresó su deseo de «ser Presidente del Gobierno» reflejando un interés innato por influir positivamente en la sociedad. 

El Camino del Opositor: Un Desafío Personal y Familiar

Opositar es un camino arduo que requiere dedicación, sacrificio y el apoyo del entorno. «Quien diga que ese periodo es fácil es mentira. O sea, es un periodo muy duro de tu vida porque dedicas todo el tiempo disponible a estudiar para conseguir un objetivo», reconoce Rodríguez Prieto. La presión es alta, no solo para el opositor, sino también para su familia, que a menudo realiza sacrificios para apoyarlo.

Interventores del Estado: Garantes de la Transparencia y la Eficiencia

Una vez superada la oposición, los Interventores del Estado se enfrentan a la responsabilidad de controlar y fiscalizar el gasto público. Su labor va más allá de la mera aplicación de la ley; buscan colaborar con los gestores públicos para garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y transparente. 

«Nosotros estamos aquí para colaborar con el buen fin de todas las administraciones, de los policías, de los profesores, de la inspección de trabajo, del SEPE, de todos los órganos de la administración del Estado», explica Rodríguez Prieto, quien además de vicepresidente tercero de FEDECA, la Federación Española de Asociaciones de Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado y que juega un papel crucial en la defensa de los derechos de los empleados públicos. 

Para aquellos que aspiran a ingresar en la administración pública, Rodríguez Prieto ofrece valiosos consejos: «Opositar es un camino, no es un destino. El destino es ser empleado público, funcionario público de lo que quieras. Puedes ser interventor, auditor del Estado, abogado del Estado, inspector de Hacienda, diplomático, ingeniero«. Además, subraya la importancia de la convicción, el apoyo del entorno y el equilibrio entre el estudio y el ocio.

En definitiva, el empleo público ofrece una oportunidad para contribuir al bienestar de la sociedad, y por ello destaca la labor que hace FEDECA “para defender que la igualdad, el mérito y la capacidad no se pierda, porque todos los profesionales que quieran entrar en la Administración deben de ser los mejores para servir a la ciudadanía”.

Desde su infancia, Concepción Campos Acuña, presidenta de la Asociación Mujeres en el Sector Público, mostró una profunda preocupación por la justicia social, un valor que ha guiado su trayectoria profesional y le ha convertido en una figura destacada en la promoción del buen gobierno en el sector público. En el nuevo episodio de Empleo Público, Conchi, como le gusta que la llamen, profundiza sobre el papel de las mujeres en la administración pública, y sobre los retos que afronta de cara al futuro.

Su enfoque se centra especialmente en las organizaciones más cercanas a la ciudadanía, como los ayuntamientos, donde considera que se puede generar un impacto más directo y significativo en la vida de las personas.

El sector público como vocación

Doctora en Derecho, Concepción ha dedicado su carrera a trabajar por y para el sector público. La invitada es una firme defensora de la transparencia y la participación ciudadana como pilares fundamentales del buen gobierno, desmontando tópicos como el cuestionamiento popular acerca del trabajo de los empleados públicos. 

Además, es Codirectora de la Red Localis, un ‘think tank’ multidisciplinar que agrupa a profesionales universitarios y del mundo local, y Codirectora de la Cátedra de Buen Gobierno Local en la Universidad de Vigo, un espacio de investigación y formación que busca generar conocimiento y promover buenas prácticas en la administración pública. 

Las mujeres en la administración pública

La invitada, como presidenta de la Asociación Mujeres en el Sector Público, ha trabajado incansablemente para promocionar la equidad de género en la administración pública. La organización tiene como objetivo visibilizar el trabajo de las miles de mujeres funcionarias del sector y fomentar su participación en puestos de responsabilidad. «Es esencial que trabajemos juntas para derribar barreras y crear un entorno más inclusivo y equitativo para todas,» afirmó.

Conchi subrayó la importancia de lograr una igualdad real en el sector público. «Tenemos leyes, muchas leyes, pero al final esto no lleva a ningún término si no se implementan adecuadamente» comentó. La asociación aboga por políticas públicas que tengan en cuenta tanto la perspectiva de género como la diversidad.

Reformar el sistema de acceso público para modernizarlo

Campos Acuña reconoce el papel fundamental de la tecnología en la transformación de la gestión pública. Considera que las nuevas tecnologías pueden ser una herramienta poderosa para mejorar la transparencia, la participación ciudadana y la eficiencia de las administraciones públicas. 

En este sentido, ha impulsado la implementación de herramientas digitales en las administraciones locales y ha promovido el uso de la tecnología para acercar la administración a la ciudadanía.

Finalmente, Campos Acuña animó a los opositores a compaginar sus estudios con “algo más”, un proyecto que les apasione y con el que aportar su granito de arena. Recalcó, además, la importancia de oxigenar el cerebro y mantener un equilibrio entre el estudio y las actividades recreativas.

La diversidad de perfiles y puestos de trabajo que ofrece la Administración Pública es realmente amplia, y, en muchos casos, desconocida por la ciudadanía. En este programa de Empleo Público, José Luis Miras, Jefe de Servicio en la Dirección General de Política Económica en el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, explica por qué decidió opositar al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Además, revela cuáles son las principales ventajas de esta oposición.

Durante su infancia, José Luis Miras revela que quería ser «un científico loco», debido a su interés por la ciencia. En el momento de elegir la carrera, se dio cuenta de que tenía una gran vocación de servicio público. Fue ahí cuando decidió explorar alternativas mediante las que pudiera ayudar a otras personas. «Durante la crisis vi cómo mis vecinos y mi familia perdían poder adquisitivo, y decidí dedicarme a la Economía para evitar que pasaran esas cosas», explica.

Cursó el Doble Grado de Economía y Matemáticas, compaginando dos aspectos que le apasionaban. «Cuando llegó 2º de Bachillerato y me planteé qué quería, tuve la intuición de que incluyendo la parte de Economía me permitiría una visión más social», refleja. A continuación, realizó sus prácticas en el sector privado, pero sentía que algo le faltaba. «Estaba muy a gusto, pero sentía que se me había olvidado el componente de vocación de servicio público que a mí me gustaba. Quería sentir que estaba haciendo algo para la sociedad», explica.

Opositar al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado

Tras pasar un año en Montpellier, volvió a Murcia, su región natal, para preparar la oposición. «Soy una persona muy analítica. Cuando decidí que quería estudiar la oposición, decidí que iba a aprobarla, y me marqué una serie de pasos. Aprendí un segundo idioma, algo que exigían en la oposición, y fui a por ello», admite Miras.

Una de las aficiones de José Luis era el debate, donde llegó a competir en varios torneos universitarios. «Ese bagage fue un factor muy importante para la preparación de la oposición a la hora de cantar un tema», reconoce el invitado. Aprobó la oposición al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas y, actualmente, lleva un año desempeñando su puesto actual.

Sobre cómo fue su primer día de trabajo, José Luis explica sus sensaciones. «Lo recuerdo de una forma muy positiva. Cuando entras al Ministerio a trabajar, ya conoces cómo es tras el curso de formación. Tienes la emoción del primer día, pero me sentí muy bien acompañado. Además, tuve la suerte de elegir plaza con bastantes opciones y cogí una que me llamaba mucho la atención», cuenta. Ahora, asegura, le gustaría llegar a ser ministro para tomar decisiones que ayuden a los demás.

Finalmente, José Luis Miras da un consejo a las personas que están pensando en preparar la oposición.  Su consejo es que, si tienes vocación pública y te gusta lo que haces, opositar es la mejor opción.

Aprobar una oposición es la forma de acceder a un puesto fijo y estable en la Administración. Sin embargo, no es la única forma de empezar a trabajar en ella. Las bolsas de empleo permiten que personas que han aprobado pero no han conseguido plaza puedan meter la cabeza en la función pública. En este programa de Empleo Público, Ione Trigo, del Cuerpo de Gestión, explica cómo consiguió aprobar la oposición tras ser interina y qué ventajas le supuso dicha condición.

La invitada cuenta que, cuando era pequeña, decidió dedicarse a la rama de letras a pesar de que se le daban muy bien las matemáticas. «Vi la película de «En el nombre del padre», plantea muchas cuestiones sociales. Dentro de esa historia, aparece una abogada obstinada en defender la dignidad de las personas, y me identifico mucho con ella. Eso me hizo inclinarme por el Derecho, quería defender a todos los inocentes del mundo», admite.

Tras terminar los estudios, decidió salir fuera de España para aprender inglés y trabajar. Posteriormente, volvió a España a estudiar Ciencias Políticas, Administración y Derecho. Después, hizo un máster para especializarse y complementar su formación con una visión más empresarial. Y, con todo ese bagaje, se le despertó algo que le llevó a pensar en el sector público. «Siempre he tenido claro que he querido dedicarme a algo para ayudar a los demás, soy una mujer de servicio público«, destaca Ione.

De interina a funcionaria

En un momento en el que, tras terminar la universidad, la invitada tenía unas condiciones laborales muy precarias, quiso mejorarlas. «Me gustaba la función pública, buscaba mejores condiciones y había estudiado para ello. La función pública cumplía esas expectativas vitales y fui a por ello», refleja.

«Me presenté por acceso libre. En mi caso, haber sido interina no supuso ninguna ventaja en cuanto a puntuación, pero sí me facilitó el estudio. La interinidad te permite tener las tardes libres y el fin de semana, y pude compaginarlo muy bien con la oposición», comenta Ione.

Hubo un momento en el que Ione decidió pasar de ser interina a funcionaria, una decisión en la que la vocación de servicio público que tenía pesó mucho. «Es muy importante que la gente que va a opositar tenga claro que la vocación de servicio es necesaria», resume.

En este programa de Empleo Público, José Joaquín Flechoso entrevista a Beatriz Puente, Directora del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA). Con ella habla sobre qué le llevó a orientar su carrera de medicina hacia el sector público y, especialmente, hacia los cuerpos de Defensa. Además, Beatriz explica qué opciones profesionales tienen las personas que se dedican a este ámbito y que, en muchos casos, desconocen.

Beatriz Puente es Coronel médico y dirige el CIMA, pero cuando era pequeña no tuvo nunca una referencia de alguien que fuera médico, militar o funcionario. «Mi médico de cabecera era militar, y yo creo que eso fue una referencia, junto con otra combinación de cosas, muy clara. Me parecía que tenía una vida apasionante, y creo que aquello se me quedó en la cabeza», explica.

Otra de las aficiones que tenía Beatriz era viajar, e incluso pensó en dedicarse al Turismo. Sin embargo, finalmente pesó más su querencia por la medicina. «Hubo un momento en el que tuve claro que quería hacer Medicina. Empecé a ver que tenía una vocación clara, ese fue el punto de inflexión y no tuve dudas», comenta la invitada.

Cómo pasó a ser médico militar y funcionaria

Las prácticas de la carrera las hizo en el Hospital del Aire, y allí tuvo la primera toma de contacto con el mundo aeroespacial. Durante esa época, la invitada empezó a inclinarse por la sanidad militar. Reflexionando sobre su dirección actual en el CIMA, Beatriz Puente afirma que «es el CIMA el que me dirige a mí. Es una institución con 85 años de historia, y me encanta estar allí».  «El compañerismo, el trabajo en equipo y la solidaridad es lo que rige toda la milicia, y eso me atrajo mucho», confiesa la invitada.

Tras terminar la carrera, Beatriz decidió presentarse a las oposiciones directamente. «En el hospital había preparadores gracias a los cuales se abrió un camino, y eso hice. En aquel momento, la oposición era distinta, se entraba con la titulación de Medicina. Ahora, han variado los requisitos. Las convocatorias suelen publicarse en mayo, y allí vienen todos los requisitos del cuerpo militar de sanidad», explica.

Relatando cómo consiguió llegar al CIMA, Beatriz afirma que fue «de casualidad». Cuando estaba en el Hospital del Aire, vio que el CIMA no tenía alumnos, y quiso entrar para aprender con más intensidad. Y, de forma más reciente, se presentó como candidata a la Agencia Espacial Europea. Finalmente, da un consejo a todas las personas que estén pensando en preparar una oposición. «Mi consejo es que, si lo quieres hacer, hay que lanzarse e intentarlo», culmina.