Empleo Público: Opositar al Cuerpo de Gestión de la Administración del Estado (AGE) Rubén Osuna, Cuerpo de Gestión de la Administración Civil del Estado
En esta ocasión la trayectoria de Rubén Osuna, actual miembro del Cuerpo de Gestión de la Administración Civil del Estado (AGE), prestando servicio en la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III ilustra en el último episodio de Empleo Público cómo opositar a la función pública no siempre nace de una sólida vocación, y como, en ocasiones, este camino llega a través de experiencias vitales, poniendo en valor la gran capacidad de adaptabilidad del sector público y la riqueza de perfiles que lo componen.
Un relato de reinvención profesional
La vocación inicial de Osuna, la fisioterapia neurológica, surgió de una experiencia personal que lo marcó profundamente en su juventud. Esta profesión le permitió establecer una conexión humana significativa con los pacientes, entendiendo la importancia de la calidad de vida, más allá de los logros materiales. «Siempre me acuerdo de una charla que tuve con un paciente que era un señor con mucho dinero y siempre le estaba muy triste, le pregunté qué le pasaba y me dice: ‘mira, tengo en la cuenta millones y millones y en acciones, el doble. Y no me puedo poner ningún café, ni puedo ir al baño yo solo, ni vestirme. Entonces Rubén disfruta la vida.’ Eso me lo dijo y se me quedó grabado,» relata Osuna.
Un giro drástico en su vida personal, provocado por un accidente, lo forzó a redefinir su trayectoria profesional. Osuna se vio obligado a explorar nuevos campos laborales, desde la hotelería internacional hasta la gestión en residencias de mayores. Fue en este último entorno donde descubrió el universo de las oposiciones, una vía que hasta entonces le resultaba ajena. Su decisión de afrontar este reto, superando incluso un pasado de «mal estudiante», culminó con su ingreso en la Administración del Estado en mayo de 2021.
La versatilidad en el papel del gestor público
La experiencia de Rubén Osuna en la Función Pública desde su incorporación es un claro reflejo de la versatilidad que define a los cuerpos de gestión en la Administración General del Estado. Su primer destino en la Oficina de Asilo y Refugio lo expuso a una realidad compleja y diversa, que demandó una rápida adaptación y un profundo entendimiento de realidades socioculturales distintas. «Yo creía que me iba a servir para algo pero no me sirvió para nada,» confiesa sobre su experiencia previa en el extranjero, destacando la necesidad de «aprender todo sobre esos países y las subculturas, sus costumbres, por qué venían y todo el trayecto que tenían que hacer.»
Posteriormente, su traslado al Instituto de Salud Carlos III lo ha reconectado con su interés por el ámbito sanitario, evidenciando cómo los profesionales de la gestión pueden aportar valor en múltiples departamentos y ministerios.
Osuna enfatiza la amplitud de oportunidades que brinda el servicio público, permitiendo a los funcionarios desarrollar competencias en diversas áreas y programas, desde asuntos exteriores —«tenía mucho interés de irme al Ministerio de Asuntos Exteriores para poder irme a una embajada»— hasta la transición ecológica. Esta diversidad de destinos y funciones constituye un atractivo fundamental para quienes buscan una carrera en constante evolución y aprendizaje. La posibilidad de continuar ascendiendo, considerándose incluso la preparación para cuerpos superiores como el A1, subraya la cultura de mejora continua y desarrollo profesional inherente a la Función Pública.
Para quienes contemplan incorporarse a la Administración, el caso de Rubén Osuna es una fuente de inspiración. Su mensaje resalta la constancia, la importancia de un método de estudio riguroso y el valor inestimable del apoyo del entorno. En sus propias palabras, «Hay que intentarlo aunque no apruebas a la primera y ser positivo en que vas a aprobarlo. Que al final se consigue y merece la pena.»
Esta forma de ver las cosas, basada en su capacidad para superar los problemas y en su actitud positiva, nos ayuda a entender el compromiso y la entrega de personas como Rubén Osuna, que eligen trabajar para los ciudadanos en la Administración Pública.