Uno de los consejos que primero damos a nuestros alumnos es que la preparación de oposiciones es un proceso en el que deben conocerse a sí mismos para saber cómo optimizar al máximo su capacidad de estudio. Lo importante no es solo el número de horas que estés estudiando, sino la calidad de estas. Por eso, vamos a resumir cuáles son las mejores técnicas de estudio que puedes probar para encontrar la que mejor se adapte a tus características. 

Antes de entrar en profundidad en cada una de ellas, es de recibo señalar que hay ciertas pautas comunes que multiplican las probabilidades de éxito en una oposición. Por ejemplo, una de las más importantes es establecer una buena planificación, junto con tu tutor personalizado, acorde al tiempo que puedas dedicarle al estudio de una oposición.

Esto no significa que no puedas compaginarlo con tu trabajo, sino que debes ser realista y definir, desde el principio, cuánto tiempo puedes dedicar cada día a estudiar la oposición y cómo planificarlo adecuadamente. En este sentido, contar con la experiencia de profesionales expertos en la preparación de oposiciones como el equipo de tutores de Opostal.es es clave para recibir una buena asesoría.

Dicho esto, una vez has establecido una planificación factible y plausible; es decir, que se pueda cumplir aunque sea ambiciosa, es momento de definir las mejores técnicas de estudio a las que puedes recurrir.

 

Las 6 mejores técnicas de estudio para los opositores

En primer lugar, déjanos decirte que las 6 mejores técnicas de estudio que hemos seleccionado responden a aquellas que suelen funcionar mejor a la mayoría de opositores. No obstante, cada persona es un mundo, y es importante encontrar aquella que mejores resultados ofrece a título individual. 

las mejores técnicas de estudio

 

1. La técnica del resumen

Aunque parezca algo muy obvio, vamos a empezar definiendo qué es resumir. Grosso modo, resumir consiste en sintetizar la información más importante para facilitar la capacidad de estructurar la información que hemos aprendido. Por tanto, un resumen es una representación simplificada de una información y, como tal, debe caracterizarse por ser:

  • Breve. Un resumen no puede ser largo, porque para eso ya tenemos la información inicial que queremos resumir para, precisamente, acortarla. Lo más recomendable es que no abarque más de una tercera, cuarta o quinta parte del texto, según la longitud del mismo. 
  • Claro. La idea del resumen es plasmar lo más importante de un tema de manera concisa y nítida, diferenciando muy bien la introducción del cuerpo y la conclusión final. 
  • Inteligible. No hay que confundir resumir con reducir a la mínima expresión. Todo lo que pongamos en el resumen debe ser comprensible y entendible; de lo contrario, no nos servirá. 
  • Objetivo: el resumen sirve para contener lo más importante de la información, pero sin entrar en valoraciones propias. 
  • Jerárquico. Con la intención de que el resumen sea lo más claro posible, es importante dotarle de la jerarquía que requiere cada tema, diferenciando las ideas principales de las secundarias. 

Por ejemplo, un buen ejercicio para aprender cómo resumir es hacerlo con una convocatoria de oposiciones del Boletín Oficial del Estado. Estos documentos suelen ser muy extensos, y es importante saber extraer la información principal y concentrarla en un texto más corto. 

 

2. El subrayado

La técnica del subrayado es otra de las básicas para cualquier persona que esté preparando una oposición. Y, lejos de lo que a priori suelen pensar los opositores, subrayar no es tan sencillo como parece. ¿Por qué? Porque, al principio, tendemos a pensar que todo es importante, lo que nos lleva a subrayar prácticamente toda la información o una gran parte de ella. 

En cambio, la técnica del subrayado tiene una finalidad específica: destacar solo las ideas más importantes de cada tema. Así, el subrayado puede ser el paso inicial para realizar cualquier tipo de resumen, esquema o ficha que nos ayude a memorizar y estudiar. 

Por otro lado, es muy útil asignar un color a cada nivel de importancia, pero este debe ser siempre el mismo para que este sistema sea eficiente. Es decir, todo aquello que sea imprescindible y que sea lo más importante, se destacará en colores llamativos, como el rosa o el verde. En cambio, lo que sea importante, pero no imprescindible, se subrayará en amarillo. Esta asociación de colores también nos ayuda a identificar, rápidamente, qué ideas no se nos pueden olvidar a la hora de desarrollar un tema o de hacer un test.

 

3. La técnica del esquema

Resumir no es lo mismo que esquematizar, y este es uno de los errores más comunes entre los nuevos opositores. El equipo de tutores y docentes de Opostal.es siempre aboga por que los alumnos diferencien bien la técnica del resumen, de la que ya hemos hablado, y la del esquema

Un esquema es una representación gráfica de conceptos entre los que es más fácil crear asociaciones que ayuden a los alumnos a interpretar rápidamente una información y desarrollarla. Mientras el resumen otorga más importancia a la síntesis de conceptos, en el caso del esquema, cobra más peso la parte visual. De hecho, resumir es algo clave para, posteriormente, realizar un buen esquema, porque nos permite distinguir todos los conceptos importantes de los superfluos. 

En cuanto a los tipos de esquemas, existen tantos como representaciones visuales y gráficas queramos hacer. Los más comunes son los esquemas ramificados o de desarrollo, pero la variedad es muy amplia. 

 

4. Técnica Pomodoro

Otra de las técnicas de estudio que funciona bien es la técnica Pomodoro, que consiste en un fraccionamiento del estudio para aprender a gestionar el tiempo y mejorar la productividad. La estructura es la siguiente:

  • Estudio durante 25 minutos
  • Descanso de 5 minutos
  • Cuando hayamos completado 4 pomodoros; es decir, cuatro tiempos de 25 minutos, los períodos de descanso aumentarán a 15-30 minutos.

 

5. Técnica Leitner

Este método de estudio se basa en las tarjetas de memoria o memory cards. Cada tarjeta tiene dos caras; en la parte frontal está la pregunta y en el reverso, la respuesta. El objetivo de esta técnica es ir colocando las tarjetas de memoria en distintas cajas según recordemos, o no, la respuesta. 

Es decir, si coges una tarjeta y aciertas la respuesta todos los días durante una semana, la pasarás a la caja nº2. Pasada una semana, repites esta misma pregunta. Si recuerdas la respuesta y aciertas, la tarjeta pasará a la caja nº3. En caso de que no sea correcta, la tarjeta volverá a la caja nº1 y empezarás todo el proceso.

Este método debes repetirlo sucesivamente cada semana, después cada 15 días, y cada mes. Así, te ayudará a repasar los conceptos más importantes y evitar que se te olviden de cara al examen. 

 

6. Mapas en blanco

En este caso, se trata de rellenar un conjunto de mapas en blanco que están relacionados entre sí para comprobar que entiendes bien los conceptos e ideas que estás estudiando. Además, sirve para repasar las relaciones que hay entre dichos conceptos, lo que te permite memorizar y estructurar mejor el tema en tu cabeza. Esta técnica se utiliza bastante para estudiar, por ejemplo, el conjunto de pesos y medidas que forma parte del temario de las oposiciones a Correos. 

El repaso es tan importante como el propio estudio. De hecho, conviene estructurar también los tiempos que dedicarás a repasar lo que ya has aprendido. Así, deberás repetirlo una vez justo después de haberlo estudiado. Después, lo repites pasados 15-20 minutos. Haces lo mismo a las 6-8 horas, y a las 24 horas. 

Es interesante repetir el proceso de repaso también a los 3 días, a los 7, a los 14 y a los 30. Estos intervalos de tiempo garantizan que podrás repasar todos los temas que vayas estudiando, sin olvidarte de ninguno. 

Como ves, la variedad de técnicas de memorización es inmensa. De hecho, en Opostal.es sabemos que, en muchas ocasiones, lo más difícil para los opositores es ayudarles a identificar cuál es la que mejor resultado les da en función de sus aptitudes para el estudio de una oposición. 

Para ello, nos aseguramos de que todos nuestros alumnos reciban un acompañamiento permanente por parte de su tutor, así como una orientación pedagógica que les sirva para encontrar las mejores técnicas de estudio. Porque, como hemos dicho al principio, la clave del éxito para aprobar una oposición no consiste solo en estudiar mucho, sino en estudiar bien.