Trabajar como empleado del sector público es un concepto muy amplio que engloba a un conjunto de actividades más amplio de lo que solemos imaginar. Por eso, siempre decimos que la Administración Pública ofrece oportunidades profesionales muy diversas, y en este programa de Empleo Público se demuestra. José Joaquín Flechoso habla con Jesús Seoane, Catedrático de Física de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, sobre las ventajas de ser funcionario en una universidad.

De origen gaditano, Jesús Seoane afirma que tuvo clara su vocación científica desde que era muy pequeño. «La medicina siempre me gustó mucho, más teniendo padre y abuelo médico. Pero también me gustaban mucho las matemáticas. La física aunaba ambos mundos, y tuve claro en todo momento que era mi vocación», explica Seoane. «Además, me he considerado siempre muy humanista, porque me gusta mucho la relación con las personas», refleja.

Se licenció en Física, y también sacó el Doctorado en dicha materia. «Tuve un profesor que fue mi mentor, y decidí dejarme llevar por lo que me apasionaba, que era la Física», revela. Posteriormente, realizó investigaciones en el extranjero. Esta experiencia le llevó a comprobar que la base de formación que había adquirido en España era muy buena.

En este sentido, Seoane destaca la labor de los profesores que más le marcaron y le llevaron a seguir este camino. «Tuve dos profesores en Bachillerato que fueron excepcionales, y tuvieron una gran influencia sobre mí. Después, en la carrera, también tuve dos profesores muy importantes en mi futuro», comenta Seoane.

¿Por qué decidió opositar para ser catedrático?

Con respecto a la decisión de opositar, Jesús Seoane revela que ambos profesores le animaron a hacer carrera académica. «La oposición es una carrera de fondo», explica Seoane, que ya contaba con el hábito de estudio adquirido en la universidad. En el caso de las oposiciones para ser catedrático, es un proceso largo. En este sentido, el invitado comenta que «tenía muy claro lo que quería, y puse todo mi empeño y tesón en ello».

Fue marcándose objetivos progresivamente y, a medida que los iba consiguiendo, se marcaba objetivos nuevos más ambiciosos. «Lo más importante es marcarte objetivos poco a poco, sabiendo que hay que dedicar tiempo y esfuerzo. En mi caso, además, había un gran componente vocacional, y no había barreras», dice Seoane.

Centrándose en el talento público y en la universidad como su altavoz, Seoane expresa que «en la universidad se llevan a cabo acciones orientadas a potenciar el empleo público. Se realizan cursos en distintas titulaciones para incentivar otras salidas profesionales distintas al mundo académico». No obstante, «la Administración es muy amplia, cabe todo el mundo, y por eso, en la universidad se realizan estas labores de incentivo de forma individual, por titulaciones», revela.