Opositar no es nada fácil. La psicología es un componente fundamental en el proceso de preparación de una oposición. Pese a lo que mucha gente puede pensar desde una perspectiva externa, los opositores están sometidos a una gran presión, interna y externa, y necesitan tener un buen equilibrio entre la fuerza que tienen y el miedo que les invade para sacarlo adelante. Por este motivo, las opiniones externas pueden convertirse en un gran aliciente para ellos si son positivas, o en un peligroso hándicap si son negativas.

La influencia de un mero comentario puede significar todo un mundo para un opositor. La tensión acumulada, el miedo al fracaso y la propia complejidad del temario llevan al alumno al límite en muchos momentos, y esta debilidad anímica puede verse agravada por una «simple» opinión. Especialmente, cuando este proviene de su entorno cercano. Es lo que se conoce en psicología como el efecto Pigmalión, que no es otra cosa que el estudio de la influencia que una persona puede llegar a ejercer sobre el rendimiento y resultados de otra.

Isabel Rodríguez Prego, psicóloga en Opostal, revela que “el rechazo inicial que suelen tener los familiares se debe, por lo general, al miedo y al desconocimiento sobre el proceso, pero suelen revertir rápido la situación”. Además, Isabel afirma que “las relaciones sentimentales pueden resentirse con más facilidad que otras relaciones familiares, debido al excesivo tiempo que requiere la preparación del examen, por lo que es necesario un fuerte apoyo por parte de las parejas de los opositores 

Las opiniones del entorno cercano, el gran aliado o el principal obstáculo para un opositor  

Paradójicamente, las opiniones provenientes del ámbito familiar pueden llegar a convertirse en extremos opuestos para un opositor. Si son positivas, son el motor principal de esa persona para aumentar su esfuerzo y rendimiento. Pero, si son negativas, supondrán el freno más acusado y el obstáculo más complicado de salvar para ellos.

En psicología, el miedo a defraudar a nuestros seres queridos es uno de los principales causantes de la autoexigencia que puede alcanzar una persona. Por este motivo, la situación familiar y personal de un opositor es mucho más importante de lo que parece en su rendimiento y, por consiguiente, en su resultado.

En lo que a oposiciones respecta, muchas personas tienen una concepción errónea que les lleva a no creer en ellas. Hay quienes tienen la opinión de que preparar una oposición es un error y una pérdida de tiempo. Y, si esta opinión se manifiesta abiertamente al opositor, el perjuicio es evidente.

De hecho, este perjuicio puede ser doble. Por un lado, una de sus consecuencias puede ser que el opositor pierda confianza en sí mismo y no consiga aprobar el examen. Sin embargo, otra consecuencia podría generar un efecto rebote, predisponiendo negativamente al opositor contra la persona que está vertiendo opiniones negativas, y produciéndose una distancia cada vez mayor con ella.

En el extremo opuesto, las opiniones positivas por parte de amigos, familiares e incluso de otros opositores constituyen el mayor aliciente posible para un opositor. Sentirse apoyado y comprendido, sabiendo que la familia entiende que alguien «solo» se dedique a opositar, es fundamental para mantenerse centrado en los objetivos del día a día, así como a recobrar los ánimos y la motivación que es lógico perder de vez en cuando.

 ¿Cómo hacer que tus opiniones beneficien al opositor? 

Las personas que no confían en las ventajas de preparar una oposición pueden no cambiar de opinión, pero es importante que eviten «contaminar» al opositor con sus opiniones. En este momento es fundamental sacar a relucir la empatía, intentando siempre ponerse en el lugar del opositor.

Los familiares deben respetar la decisión que ha tomado la persona que se está preparando para el examen de oposición, independientemente de si la comparten o no. Y, ya que es una decisión tan personal, pensar en cómo pueden animarle y ayudarle a superar este complejo proceso.

Asimismo, en muchas ocasiones es igual de importante saber qué es lo que no conviene trasladar a un opositor mientras está estudiando. Y, en este sentido, es clave conocer cómo es el carácter del opositor para saber cómo actuar. Algunas cuestiones son de sentido común, como evitar burlarse de la persona que está opositando, o evitar hacer comentarios del estilo «opositar no es un trabajo».

Otro aspecto importante es no actuar con la verdad absoluta. El hecho de que una persona no se organice de la misma forma en que lo haría uno mismo no implica que esté mejor o peor. Cada uno tiene su propia metodología, y no resulta de ayuda tratar de imponer la que tú consideras más adecuada.

Tips para cuidar la salud mental mientras preparas una oposición 

Si estás opositando, también debes ser consciente de que puedes controlar la presión social que ejercen las opiniones externas sobre ti, y para ello hay una serie de trucos. Es importante tener claro tu objetivo final, pero también es conveniente ir marcándote pequeñas metas en el camino. De esta forma, verás de manera más clara todos los avances que vayas realizando.

Planificar adecuadamente es fundamental para mantener el equilibrio mental durante todo el proceso. Una mala organización puede dar lugar a mayores agobios y provocar la sensación de pérdida de control. Además, la planificación y la estrategia de estudio fomentaN la constancia, una cualidad imprescindible en todo este proceso.

Igual de importante es realizar algo de actividad física, aunque sea en pequeños ratos, que te ayude a despejar la mente. En este sentido, la relajación mental también es imprescindible para luchar contra el miedo y el nerviosismo lógico.

Déjate ayudar por los profesionales

Las academias profesionales como Opostal disponen de talleres específicos en los que ayudan a mantener el equilibrio y el control mental. Además, por supuesto, de la propia organización, formación y planificación del temario y el examen. Pero, sobre todo, ayudan a saber gestionar tus emociones independientemente de tu situación particular y de cómo sea el entorno que te rodea.

El proceso de esfuerzo físico y mental que conlleva la preparación de unas oposiciones es muy complejo, y nos lleva a una situación de tensión en la que cualquier opinión puede influir mucho en el éxito del mismo. Pero también en su fracaso, si las opiniones no son positivas. Por ello, el trabajo de colaboración debe ser bidireccional.

De un lado, el opositor debe trabajar la fuerza y el control mental para no dejar que las opiniones ejerzan tanta influencia sobre él. Por otra parte, el entorno cercano al opositor debe saber cómo trasladarle sus opiniones de la forma menos nociva posible.

El éxito de aprobar una oposición es un trabajo conjunto en el que el opositor, su familia y los profesionales que le estén ayudando deben saber cohesionarse y trabajar en equipo.